"Si a Racing le dieran un peso por cada problema que tiene, pagaríamos la deuda y el club volvería a ser de los socios." Suena exagerado el comentario de Gerardo, un señor cuyos 70 años no le impiden llegar al Hotel Sheraton, donde se hospeda en Salta, para que Pablito, su nieto, conozca a los jugadores que defienden los colores que él se encarga de transmitir a su famlilia generación tras generación. Pero esa frase refleja claramente como se siente un hincha de un equipo que llena páginas de diarios con motivos ajenos a la pelota.
Y no para de sumar nuevos capítulos. Cuando todo indicaba que con la llegada de Miguel Micó rondaría la paz, fundamento basado en el bajo perfil de un entrenador con un proyecto a futuro similar al de Ramón Cabrero en Lanús, todo tambaleó cuando amenazó con renunciar.
Lo que ocurrió fue que, tras las idas de José Salcedo,Claudio Lopez, Cristian Pellerano, Nicolás Cabrera y Cabral, el DT pidió que no le desmantelen más el plantel, sobretodo en mitad de cancha. Sin embargo, Blanquiceleste S.A no saldó una deuda de 15 mil dolares con Martín Romagnoli, quien había dado una prórroga para que se pongan al día y emigró al Toluca de México.
Cuando Micó se enteró, decidió dar un paso al costado, y se lo transmitió a sus ayudantes y algunos referentes del plantel, quienes lo convencieron para que continúe.
Por la tarde, Fernando De Tomasso viajó con urgencia a Salta y se reunió con el entrenador, quien le manifestó su descontento pero aseguró que se queda por el apoyo de sus dirigidos.
Gerenciamiento, deudas, quiebra, acreedor, remate, síndico, renuncia.Estas son algunas de las palabras con las que Gerardo aprendió a convivir en este último tiempo y que anhela que se acaben para que su nieto , cuando oiga Racing, lo asocie con taco, táctica, goles y campeonatos. Por lo pronto, parece una utopía...
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