23/1/08

El lacayo del Virrey, un heredero del Miguel Angel

Foto:Fotobaires.com


Finalmente, Carlos Ischia, ex entrenador de Velez y Rosario Central, se sentará en el banco de Boca Juniors en el año 2008 y puso fin a una mini novela que incluyó varios nombres como Carlos Bianchi, Diego Cagna o Gabriel Batistuta.
Tras la salida de Miguel Angel Russo, entrenador al que el nuevo Presidente Pedro Pompilio (quien, en realidad, asumió en términos legales ya que Mauricio Macri desde hacía un tiempo le había delegado su poder y sólo pasaba por la Institución para recaudar fondos que financiaron su campaña para Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) le manifestó que no lo tenía en sus planes de un modo muy “frontal”: le dijo que no tenía problemas en renovar su contrato, pero para seguir debía dejar de lado a su Ayudante de Campo Marcelo Trobbiani y a su Preparador Físico Omar Cinquetti.


Como era de esperar, el DT dio un paso al costado y comenzó la búsqueda de su reemplazante. Descartado Guillermo Barros Schelotto por Riquelme, la principal carta era Carlos Bianchi, que encajaba perfecto: es avalado por los referentes, tiene prestigio internacional y cuenta con el agrado de los hinchas, lo cual haría de un posible fracaso un costo político menor.


Sin embargo, la primer piedra en el camino la puso Diego Maradona, asesor futolístico (?), quien señaló “Si viene Bianchi yo me voy a mi casa” (amenaza que trajo a la memoria aquellas de enorme riqueza periodística que hacía como jugador, tales como “Si viene Bilardo, me voy de Boca” (1995), “Si no viene el Turu Flores, me darían otro empujoncito para irme de Boca. No soporto ver sufrir a la gente” (1996), Yo con las líneas blancas en la camiseta de Boca no juego” (1997), “O se va Latorre o me voy yo” (1997) o, más atrás en el tiempo, “Si el Nápoli no contrata de acá a dos años a mi hermano Hugo, me voy de Italia”). Vale aclarar que el descontento del astro es por un motivo ajeno a lo deportivo, como es la relación amistosa que el Virrey mantiene con Guillermo Coppolla, su ex representante y amigo.


Igualmente, el técnico que más títulos ganó en la historia del club agrdeció el interés que manifestaron en el club de La Ribera, pero no está en sus planes trabajar por el momento, y recomendó a su ex ayudante, Carlos Ischia, con quién arreglaron en pocas horas.


Entre los argumentos de su contratación, los dirigentes recalcaron su conocimiento de los referentes (Ibarra, Palermo, Battaglia) y del “Mundo Boca”. Hace casi diez años, un Bianchi con poco pelo y muchas ideas comenzaba un ciclo lleno de triunfos. ¿Le alcanzará a Carlos II con lo aprendido y “un peinado similar” lograr que el alumno supere al maestro?

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